El Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) entrevistó a Manolo Robles, presidente de la Cooperativa La Masa.

La masa, el preparado y su cocción

Se mezclaron en 2008 en la ciudad de Rosario y decidieron llamarse La Masa. De su horneado resultó una cooperativa de prensa integrada por comunicadores que ya editan una página y tienen un programa de radio en la ciudad.

Conjunto de voluntades, acopio de fuerzas concurrentes, mezcla para ser horneada… esta masa no es ninguna de estas, y todas a la vez. Es un grupo de periodistas, diagramadores, redactores, editores, comunicadores que decidieron unificar fuerzas para prestar servicios de comunicación en Rosario, provincia de Santa Fe, tierra hegemonizada –en términos mediáticos y laborales– por el gran Grupo Vila Manzano.

Además de prestar un amplio abanico de servicios ligados al periodismo, la prensa y la comunicación, los integrantes de la cooperativa rosarina crearon el diario digital redaccionrosario.com y el programa de radio “Poné la Pava” que va de lunes a viernes de 6 a 8 por la Aire Libre (FM 91.3).

“Ante todo somos trabajadores de la comunicación, trabajadores”, aclara en sus primeros caracteres de la charla Manolo Robles, presidente de la cooperativa La Masa que funciona en una pequeña oficina en el último piso de la casona de Tucumán al 4000 –barrio de la Terminal– que comparte a su vez con el Nodo Tau (una asociación civil que lucha contra la brecha digital), el Centro de Producción Satelital del Foro Argentino de Radios Comunitarias, el Ingenar (Instituto de Género, Derecho y Desarrollo) y Grupo Obispo Angelelli.

Al final de la escalera

Manolo está aún frente a la pantalla, cerrando una de las notas para redacción.com.ar desde donde nos ve llegar, casi sin aire, luego de haber trepado la caracólica escalera. “Y… es el último piso”, dice Manolo y se ríe. “Los que conformamos La Masa hemos trabajado en distintos medios. Una de las grandes patas de la cooperativa es la que integran a su vez los compañeros de El Eslabón que es un periódico autónomo en la calle desde 2000, y que es una asociación civil a su vez. Muchos tenemos 20 y los más nuevitos tendrán doce años en el oficio, algunos empezamos a trabajar en los medios cuando no había internet y la computadora era sólo una máquina de escribir más cómoda”, sonríe y cierra la pantalla.

 

No es fácil conformar una cooperativa de trabajadores de estas características, más aún teniendo en cuenta que quienes trabajan en comunicación muchas veces lo entienden como una profesión liberal más que un trabajo… ¿Se han servido de algunos modelos o ejemplos a seguir? ¿Conocen otras experiencias?

En principio, no somos profesionales liberales sino trabajadores de la comunicación. Uno de los grandes incentivos que tuvimos para armar esta cooperativa fue conocer la experiencia de los diarios cooperativos del país, algunos de ellos son empresas recuperadas que avanzaron en la conformación de una asociación de diarios. Y si bien ninguno de nosotros todavía vive exclusivamente de La Masa y sostiene otros trabajos –porque no planteamos a la cooperativa como una cuestión excluyente– no somos una empresa recuperada pero sabemos por sus ejemplos que podemos generar fábricas de comunicación autogestionadas, que podemos emprender una prensa de autogestión. Si hay compañeros que pudieron incluso en circunstancias muchísimo más difíciles como fines de los ’90, 2000, 2001, nosotros teníamos que poder. Si ellos pudieron sostener empresas heredadas con deuda, supusimos que nosotros podíamos generar un emprendimiento propio desde la economía social, desde el cooperativismo y no montando una sociedad anónima o una SRL.

Que nos constituyamos en cooperativa y apostemos a la autogestión no implica que dejemos de sentirnos trabajadores y pertenecientes a esa clase. Rosario es una ciudad muy concentrada en términos de medios de comunicación, lo mismo que pasa al nivel nacional. Nosotros entre otras cosas tratamos de enfrentar esa concentración con una fuente trabajo digno para zafar de ciertas condiciones de explotación que uno sufre trabajando en relación de dependencia.

¿Cómo ven el mapa mediático que se abre en Argentina con la vigencia reciente de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?

Venimos bregando por una ley de medios de la democracia incluso antes del nacimiento de la cooperativa, cada uno desde la militancia sindical, desde siempre. Una lucha de muchos años. En tanto cooperativa a nosotros nos abre una serie posibilidades que antes no teníamos porque las cooperativas tenían vedado el acceso a licencias de radiodifusión. Hoy lo que hemos definido es que no estamos en condiciones de ir por una licencia, pero sí estamos en condiciones de generar contenidos para radio, televisión, los medios que se pueden crear a partir de la ley. Y en ese marcó vamos barajando toda posibilidad de asociación, de convenio con distintos sectores de la economía social, sindicatos, con los sectores no comerciales que quieran participar de las posibilidades que abre la nueva ley.

El logo es un poco la síntesis y médula de la cooperativa, ¿cómo surgió?

Más que logo es una especie de definición de lo que hacemos: una fábrica de comunicación autogestionada. El diseñador Javier García Alfaro se vino un día con la “L” y la “M” que era la idea de “La Masa”. La “L” en forma de chimenea pero en vez de emitir humo emitiendo ondas de comunicación. Así nació la síntesis de lo que hacemos.

¿Conocen experiencias similares?

En Río Cuarto hay una cooperativa de las mismas características que la nuestra, en Lincoln hay otra, nos han escrito compañeros de Viedma, Mar del Plata, Junín, sabemos de experiencias en Buenos Aires y en La Plata…

¿A qué aspira la cooperativa en el corto plazo?

Ser más, crecer y a medida que generemos más servicios vamos a necesitar más brazos, más cabezas. Por ahí somos muchos para un comienzo pensándolo desde una perspectiva económica… pero con todas las posibilidades de trabajo que creemos que hay en lo que tiene que ver con prensa y comunicación en Rosario y en toda esta región, con la ayuda de internet es posible conseguir trabajos y generar relaciones más allá de los geográfico. La cosa dará para más, ni siquiera imaginamos cuánto.

Categorías: comunicados